Mucho más extendidos que las ciudades eran los centros mercantiles o emporia, lugares
donde se fabricaba y comercializaba pero que no tenían población permanente u
organización urbana. Uno de los pocos informes escritos que tenemos sobre estos
asentamientos comerciales proviene de una fuente inglesa del siglo IX, que describe
cómo Ottar, un comerciante noruego, visitó la corte de Alfred, el Grande en Wessex, en
Inglaterra. Entretenía a sus huéspedes con historias de su viaje, y Alfred se ocupó de
transcribirlas. Así sabemos de un viaje que hizo Ottar a Hedeby desde el extremo
septentrional de Noruega con preciosas cargas como marfil de morsa y pieles.
En el
camino hizo escala en un puerto llamado Sciringesheal en el informe en inglés antiguo,
el cual estaba a cinco días de navegación al norte de Hedeby.
Sciringesheal se ha identificado como Kaupang en Vestfold, en la costa sureste de
Noruega, basándose en la descripción de Ottar y en los hallazgos arqueológicos hechos
allí. El mismo topónimo Kaupang es significativo. Se encuentra en varias formas en
todo el mundo vikingo y también en la Inglaterra anglosajona.
En Suecia se presenta
como köping (como Löddeköping) y en Inglaterra como ceap (Cheapside en Londres) o
ceping o cieping (Chipping Sodbury). Básicamente, significa mercado y eso parece ser
lo que fue Kaupang.
El nombre Kaupang está ahora vinculado a una granja y no hay señal visible del
asentamiento del siglo IX, aunque los numerosos túmulos funerarios de los alrededores
son principalmente del siglo IX. En la actualidad, un prado desciende suavemente por la
orilla de un fiordo bien protegido del mar por islas y bajíos.
Las excavaciones a pequeña
escala que allí se han hecho han revelado un grupo de seis edificios dispuestos más o
menos paralelamente a la orilla. Hallazgos de escoria de hierro y bronce, crisoles y
desperdicios de fabricación de abalorios de vidrio dan a entender que algunos, al menos,
eran talleres para hacer herramientas de hierro y joyas sencillas, pero la falta de hogares
domésticos y la ausencia de desperdicios caseros pone en duda la ocupación permanente
de los edificios. También se ha descubierto el emplazamiento de un astillero;
probablemente satisfacía las necesidades de viajantes como Ottar, cuya nave sufrió
daños en su fatigoso viaje a lo largo de las costas noruegas. Al menos dos muelles de
madera sobresalían del agua, cuyos extremos hacia la tierra se construyeron sobre
cimientos de piedra para asegurarlos a la orilla. También se encontró allí un soga para
amarrar los barcos junto a los muelles.
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